EL DESTINO FINAL ES UN LUGAR INTERIOR

Miguel Cisneros

Curaduría: Shantal López
Lugar: Galería Libertad. Querétaro.
Fecha: 02 agosto al 09 de septiembre, 2018

Instalación inmersiva resultado de una investigación sobre la pintura. Mediante estímulos visuales y plásticos reflexiona sobre la construcción del objeto artístico como extensión del entorno del artista.

Un objeto imponente pero accesible, se presenta al centro de la sala con dimensiones similares a las de una pequeña habitación. Al carecer de indicaciones, decidir como interactuar con la pieza, se vuelve responsabilidad de quien se encuentra frente a ella. Los visitantes la rodean, entran de frente o simplemente prefieren pasar de largo.

Es la pintura tradicional que sobrepasa su bidimensionalidad y se convierte en una escultura penetrable. Se compone de tela, plástico y bastidores de madera intervenidos con pintura, que se soportan aparentemente por la simple juxtaposición de elementos. Se acompañan de la proyección de imágenes sobre su superficie y en conjunto resultan una mezcla de estímulos visuales, olfativos y sonoros.

El ambiente se percibe inquietante para algunos y fascinante para quienes deciden observar detenidamente o utilizar el espacio como escenario de una charla. Al centro del espacio, una silla que invita a un momento de reposo, mientras que frente a ella un televisor proyecta escenas pictóricamente saturadas interrumpidas por un efecto glitch. Lo que en esencia se aglomera en la imagen, explota plásticamente alrededor del espectador para sugerir sutilmente, transformarse en productor del objeto que habita. La esencia del núcleo es lo que le rodea y el conjunto vira hacia los fragmentos. – Tetrade

Texto curatorial

“Insatisfechos con la mera sugestión pictórica del resto de nuestros sentidos,
deberíamos utilizar las sustancias concretas de la visión,
el sonido, los movimientos, la gente, los olores, el tacto.”
Allan Kaprow. El legado de Jackson Pollock (1958).

Adentrarse, mirar, percibir.

Los códigos que componen al lenguaje artístico y ayudan a delimitar el campo para su apreciación, se abren hacia búsquedas que promueven la mutación como ejercicio constante. La propuesta de Miguel Cisneros utiliza como base el hábito en su relación con los materiales y la plasticidad de los objetos, para insertar un ambiente autónomo en relación con la galería.

Cada elemento manifiesta diversos aspectos en el proceso creativo y pretende transmitir un estado propicio para observar de manera integral. Con este ejercicio se busca generar áreas de convivencia que trasciendan más allá del simple acto de la contemplación. Se trata de un organismo vivo que toma múltiples referencias, como al trabajo de Hélio Oiticica, quien hablaba sobre la necesidad de transformación de los procesos artísticos en sentimientos vitales, mientras describía su proyecto Edén.

En el aparente caos que genera visualmente la superposición de elementos, la pieza invita a ser transitada prestando atención a cada estímulo dado por los detalles. La saturación deviene en silencio y permite reconocernos en el conjunto. Tomarse el tiempo de experimentar el entorno y crear conciencia de nuestra presencia como parte total de la composición, transforma una búsqueda personal en colectiva.

No existe una sola forma de andar por este camino, ni sabemos con certeza a donde se dirige, pero ya se está inmerso en él. Éste lugar se reconstruye una y otra vez como un terreno fértil para la producción de significados. Como proponía Hans Robert Jauss: el arte debe ser un lugar de experiencia para aprender algo del mundo y de nosotros mismos. Ese es el punto que hay que alcanzar. – Shantal López.

Referencias:
Varios autores (2009) Helio Oiticica. Ciudad de México: Alias.
Jauss, H. R. (2002) Pequeña apología de la experiencia estética. España: Ediciones Paidós.

Miguel Cisneros (Guadalajara, 1981)

Estudió la Licenciatura en Artes Visuales de la Universidad de Guadalajara.

Desde 2003 ha realizado exposiciones individuales y colectivas en México y en países como Colombia, Estados Unidos y España. Su trabajo ha sido seleccionado en la Bienal de Pintura y Grabado “Alfredo Zalce” en sus ediciones del 2014 y 2016 y en 2017 obtuvo mención honorífica en el 3er Concurso de Pintura Jorge Martínez. En 2016 fue beneficiario en el Programa Proyecta Producción por parte de la Secretaría de Cultura del Estado de Jalisco. En 2019 participó como artista residente en Barranca Gráfica, estudio de Manuel Ruelas en CDMX. Desde 2005 codirige Casa Vidrio, taller de producción y estudios de artistas; y a partir de 2018 las residencias artísticas Pintura de Azotea.

Su obra plantea interrogantes sobre los procesos creativos para la construcción de imágenes y su posible transformación en objeto en relación con el espacio. Trabaja con pintura, dibujo, grabado, escultura e instalación, como un medio para el desarrollo de las ideas e imágenes dentro y fuera de sus límites, sus relaciones con otros objetos y el espacio expositivo.

Agradecimientos: Marita Terríquez (Casa Vidrio), Paulina Macías (Galería Libertad)