Distensión parte de la condición en la que existen fuerzas que se atraen u oponen a un cuerpo o acción. El ejercicio plástico de la muestra es una tregua que plantea y agota soluciones a través de la pintura. En el espacio conviven objetos que forman parte orgánica de la vida del taller del artista, los lienzos y bastidores se expanden y contraen para recordarnos que la obra es un ente con presencia propia cuando es dispuesto bajo criterios estéticos.
Las piezas nacen también del encuentro y proceso natural de los pigmentos, las huellas propias del paso del tiempo e incluso los cambios de incidencia luminosa. Se vuelven un monstruo hambriento que encuentra la satisfacción al ser activado desde sus entrañas. Entonces resulta posible experimentar su nobleza, ángulos, trazos y sutiles movimientos que reinventan su composición.
El trabajo de Miguel Cisneros es el resultado de un proceso gradual y constante sobre el estudio de las formas que recuerdan las tempranas discusiones sobre la muerte de la pintura. En cada planteamiento se rastrean influencias muy claras a movimientos como el Neoconcretismo en Brasil, la pintura de campos de color, entre otros artistas que gracias al estudio de los materiales y sus cualidades estéticas en función del espacio, sirven de inspiración para la conformación del cuerpo de producción.
Miguel Cisneros es transparente y honesto en el proceso de conformación de sus piezas. Éstas resultan intuitivas, flexibles y muchas veces efímeras. Desde el entorno propio del taller y el oficio de la pintura, el artista visualiza espacios vivos y vibrantes, y es capaz de manifestar lejanías únicas e irrepetibles en cada objeto intervenido. – Shantal López